Comedero bajo la lluvia

7 de Marzo de 2010:

El pasado Domingo eché parte de la mañana en un comedero, metido en el hide desde antes de la salida del sol.
La temperatura rondaba los 0ºc cuando todavía era de noche. El cielo estaba completamente cubierto y mientras montada en hide, unos finos copos de nieve comenzaban a caer. Estos copos poco después se convirtieron en una fina y débil lluvia que comenzaba a mojar mi escondite, por suerte impermeable.
Afuera, los pájaros comenzaron a bajar al comedero desde primera hora y en número importante. Carboneros comunes, herrerillos comunes y herrerillos capuchinos fueron las tres especies que se dejaron ver en esta mañana, y lo de ver es un decir, ya que eran visibles para los ojos, pero casi invisibles para la cámara de fotos, que con una luz tan pobre me obligó a forzar los parámetros de la fotografía, alejándolos de las condiciones ideales para la técnica del digiscoping.
A eso de las 9:00h la fina lluvia se había convertido en un importante aguacero que calaba el hide, el bosque y a los propios pájaros que empezaban a mostrarse claramente empapados y aún así seguían bajando de manera fluida.
A parte de la impotencia, poco más pude hacer que aprovechar al máximo la situación y sacar petróleo de donde no había casi nada.
Con un ISO forzado a 200, una velocidad de disparo máxima de 1/25 seg y unos pajarillos inquietos como pocos, tuve suerte de poder sacar alguna foto aprovechable que son las que subo a continuación.

Un par de tomas de los carboneros comunes.

Dos herrerillos comunes.

Dejo también un pequeño vídeo grabado de uno de los herrerillos comunes que bajó esta mañana. Observar que tiene una de las patas heridas y nunca la llegaba a apoyar. Se puede ver también en el fondo como cae la lluvia.

Herrerillo comun en comedero from Miguel Angel Madrid on Vimeo.

Varias fotos de los herrerillos capuchinos.



A eso de las 10:15h la situación no daba para más y me tocó recoger los bártulos deprisa y corriendo para llegar al coche calado y con todo el equipo mojado.
A pesar de no haber tenido una buena mañana, la experiencia mereció la pena y siempre es mucho mejor que quedarse en casa.
Después en el hogar, tocó la parte engorrosa de limpiar y secar todas las cosas para dejarlas en perfecto estado de revista y preparadas para la próxima salida, con eso maté la tarde del Domingo.

Hasta pronto