lunes, 15 de junio de 2009

Corzo atropellado en Villoldo

Ayer Domingo 14 me acerqué hasta Carrión de los Condes para hacer un poco de turismo y disfrutar de la fiesta del Corpus que en Carrión es fiesta de interés regional, debido a que las calles del centro del pueblo se engalanan con kilómetro y medio de flores.
Llegando a Villoldo vi un bulto tendido en el arcén de la carretera que no identifiqué muy bien, por eso a la vuelta decidí parar para ver de que se trataba.
Conforme me acercaba al animal muerto me llevé la desagradable sorpresa de que se trataba de una corza adulta que había sido atropellada por algún vehículo.

Siempre vamos con nuestros coches viajando de un sitio a otro y pocas veces prestamos toda la atención que merecen esas señales de tráfico que repartidas por toda nuestra geografía nos indican tramos de carretera donde la fauna salvaje es susceptible de cruzarse en nuestro camino y ni siquiera solemos levantar el pie del acelerador o nos ponemos un poco más alerta de lo normal. En esas zonas es sólo cuestión de tiempo y suerte de que ocurran estas tragedias.

Me doy por satisfecho si con estas crudas imágenes consigo que todos nosotros nos mostremos un poco más prudentes y alerta la proxima vez que veamos una de estas señales. Cientos de animales como este se quedan en el asfalto de nuestras carreteras cada día y no hacemos nada por evitarlo.


3 comentarios:

Pizarro dijo...

Son impactante estas imagenes,buena señal para que nos demos cuenta de las señales tanto estas como las de traficos que nadie incluyendome a mi alguna vez no las hemos saltado.
Saludos.

pacopescador dijo...

No es la primera vez que esto ocurre, y continuará ocurriendo. Los seres que nos llamamos "humanos" somos así.
Una pena, una verdadera pena.
Saludos.

Lienzo tierra dijo...

Pobrecito. Lo que pasa en realidad es que a la mayoría de la gente le importan un pepino esas señales (con perdón). Recuerdo una noche viniendo de una salida por el Alto Tajo, fue bestial la cantidad de ciervos que se nos cruzaron ante los faros, nunca nos había sucedido en tal medida, fueron unos veintitantos en total diferentes tramos, no sé qué pasaba esa noche. La caravana que montamos fue buena, supongo que los de atrás que no veían nada echarían pestes de nosotros, alguno nos adelantaba de forma temeraria sin respetar señales ni nada. En fin, triste pero es lo que hay.