jueves, 22 de abril de 2010

Doñana

7, 8 y 9 de Abril de 2010:
Por fin ya tengo listo todo el material que he conseguido en mi reciente viaje a Doñana. Si hace unos días subía un anticipo con la entrada de las Marismas del Odiel, hoy subo esta entrada que resume un poco mi visita al Parque Nacional de Doñana y su entorno.
Han sido tres días muy intensos en los cuales he podido disfrutar como un enano de lo que me gusta, la naturaleza en pleno esplendor y de cantidad de especies interesantes y todo ello en compañía del buen tiempo, ¿se puede pedir más?.

Día 7 de Abril:
Comenzamos la mañana de manera tranquila en el centro de visitantes del Acebuche donde realizamos un recorrido por sus diferentes observatorios sobre las lagunas de esta zona. Para ir calentando motores, retraté a la pareja de cigüeñas que tienen su nido en una encina cerca del palacio del Acebuche.
La verdad es que esta zona no estaba muy activa y simplemente pude fotografiar unas pocas especies. En las lagunas básicamente fochas, somormujos, zampullines y algunos patos, el día no comenzaba muy bien del todo.

Somormujo lavanco.
Zampullín chico.
Focha común.
Este pato, aunque tengo mis dudas, creo que es un Porrón pardo (que alguien me corrija), que compartía humedal con varios porrones comunes.
También se observaban varios ejemplares de patos colorados.
Como no había mucho movimiento me llamó la atención una tarabilla común que se dedicaba a capturar insectos sin parar y eso me mosqueó, hasta que me dí cuenta de que ya tenía prole y estaba formada por dos polluelos ya volanderos. Está claro que se nota que por estas latitudes los amoríos ya han dado paso a las responsabilidades familiares, me sorprendió lo pronto que han sacado adelante a su pollada.

Macho de tarabilla común con cebo en el pico.
Peque espera impaciente a la pitanza.
Y esta es el ansia viva.
Dejé el Acebuche un poco desilusionado con el resultado y después de comer nos acercamos a la Rocina, muy cerca de El Rocío. En este lugar el pelaje era diferente y se movía más material. Entre algunas cosas que afoté, esta pareja de porrones comunes.
También me deleité un buen rato con varias garcillas cangrejeras que andaban precisamente a eso, a la caza y captura de cangrejos de río.

Acechando a la presa.
Otra cangrejera.
Y la recompensa finalmente llega en forma de un bocadito de carne de cangrejo andaluz.
Antes de abandonar la Rocina, pude disfrutar un poco con varios moritos que debido a la gran distancia y a una luz muy desfavorable, esta tarde no pude fotografiar, pero que me metieron el gusanillo para darles caza otro día.

El final de la tarde lo echamos en la marisma de El Rocío. Laguna espectacular esta que bordea el pueblo, dejándonos unas estampas de las más bonitas de Doñana para mi gusto. La luz ahora, con el sol cerca del ocaso, era perfecta para la fotografía.
Me acerqué a la orilla de la laguna y mi primer objetivo fue un grupito de garcillas bueyeras que descansaban en la orilla.
También varias garcetas comunes pescaban cerca de la orilla.
Un flamenco común alejado del bando de varios cientos de ejemplares me regaló algunas buenas tomas.

Uno de los grupos de flamencos obsesionados con el filtre.
Varias cigüeñuelas se acercaron bastante hasta mi posición y claro, no las iba a perdonar...


Una media docena de chorlitejos grandes horadando el fango de las orillas.
Y entre col y col .... Algún fumarel cariblanco peinando la marisma y lanzándose en picado sobre la lámina de agua para capturar peces y algún pequeño cangrejo. Fueron estos objetivos difíciles para el digis y tiré de compacta para inmortalizar alguna escena.


Este ha pillado cacho.
Día 8 de Abril:

Amanecí hoy con la intención de llegar con mi coche hasta el centro de visitantes de José Antonio Valverde (Cerrado Garrido) situado en plena marisma de Doñana. Me habían informado de que era una zona que debido a las copiosas lluvias del invierno y primavera, estaba estos días en su máximo esplendor y hervía de vida alada.
Para llegar hasta allí se accede desde la localidad de Villamanrique de la Condesa por una serie de pistas asfaltadas y finalmente se debe recorrer unos 23 kms por un camino de tierra que estaba intransitable para los coches normales debido precisamente a las lluvias recientes. Mi gozo en un pozo.

Pensé en ese momento que habría perdido el día, pero nada más lejos de la realidad. Esta zona forma parte del corredor verde del Guadiamar y es una sucesión de prados y sembrados dedicados a la ganadería de caballos y vacas moruchas, muchos de los cuales estaban anegados parcialmente.

Comenzó a animarse la mañana cuando cerca de Villamanrique de la Condesa pude divertirme un rato con las garcillas bueyeras que acosaban al ganado.
Algunas fotos de detalle de esta pequeña garza.


En otro cerrado arenoso y semiunundado dedicado a los caballos, me llamó la atención un ave peculiar. Mi corazón se aceleró cuando caí en la cuenta que estaba delante de un grupo de unas 12 canasteras que andaban de amoríos.
Pude tomar varias fotos de una parejita.
Otra foto de un individuo aislado.
Más adelante, en otra zona de lodo, me percaté de que varias cigüeñuelas se encontraban tumbadas en pequeños promontorios que finalmente resultaron ser nidos con huevos.

En la siguiente foto marcado por la flecha amarilla se ve uno de los nidos, al que se acerca la hembra.
Hembra de Cigüeñuela.
Detalle del nido con tres huevos.
Otro de los nidos con mama cigüeñuela tumbada sobre el precioso tesoro.
Depués me acerqué a media mañana hasta la laguna de la Dehesa de Abajo, cerca de La Puebla del Río. Una extensa laguna donde se daba cita un numeroso bando de flamencos, un nutrido grupo de porrones comunes, fochas comunes, somormujos lavancos, zampullines chicos, garzas reales, etc.
Me habían hablado de que había en esta laguna varias fochas cornudas y tuve la suerte de pillar a una de ellas bastante cerca de la orilla y la cayo esta foto que me hizo mucha ilusión.
Tampoco le hice ascos a este macho de porrón común.
De vuelta se dejó afotar esta garceta común.
Hembra de tarabilla común en los alrrederores de la Laguna de la Dehesa de Abajo.
La tarde del día de hoy la pasamos en las Marismas del Odiel y ya os lo conté en la entrada anterior.

Día 9 de Abril:

Hoy madrugué un poquito más y me escapé sólo desde el hotel hasta la Rocina para ver si seguían por allí los moritos que se me escaparon el primer día.
La mañana era preciosa y muy apacible, con una temperatura muy agradable.
Nada más de llegar a la Rocina fuí directo a la zona de los moritos y desde la lejanía vi un pequeño grupo con luz favorable pero muy lejos al cual le saqué la testimonial siguiente.
Cambié de observatorio y pude acercarme algo más a los ibis. Lo que de lejos parece un ave totalmente negra, se enciende con la luz del sol en tonos rojizos, negros y verdes brillantes.

Un par de moritos andaban muy cariñosos mutuamente y no dejaban de hacerse reverencias y arrumacos. La foto un poco a contraluz me gustó para documentar este comportamiento.
Objetivo cumplido con los moritos, aunque yo seguía obsesionado con lo que me habían contando de la zona de Cerrado Garrido y el no haber podido llegar ayer con mi coche, encendía aún más si cabe la llama del ansia dentro de mi.

Por la tarde teníamos contratada la visita el parque nacional en unos minibuses todoterreno que salían desde El Rocío y que mira tu por donde, sin yo saberlo, recorrían la marisma hasta el centro de visitantes de Jose Antonio Valverde (Cerrado Garrido) donde se hacía una pausa de una media hora. Por supuesto, yo había cargado con todo el equipo por si surgía una ocasión para montarlo y afotar un ratito.

Después de cruzar varios kilómetros por medio de un bosque mediterraneo virgen que era una pasada, el bus enfiló una pista que cruzaba toda la marisma que estaba a rebosar de agua y vida. Lógicamente con el bus en marcha y los baches del camino, sólo pude utilizar a duras penas mi compacta para capturar alguna de las escenas que nos ibamos encontrando.

En la siguiente foto podeis ver como estaba la marisma.
Las típicas vacas moruchas originarias de esta zona.
Un grupo de avocetas.
Este primer morito era el preludio de lo que me esperaba en Cerrado Garrido. El guía que nos acompañaba nos comentó que en Doñana criaban unos 3000 moritos y gran parte de ellos lo hacían en Cerrado Garrido (........ se me cayó la baba en ese momento).
Ya cerca del centro de visitantes, pudimos ver grupos de pagazas piconegras, cigüeñuelas, garcillas bueyeras, moritos, garzas reales, charranes, fumareles cariblancos, avocetas, toda clase de limícolas, gaviotas reidoras y bastantes garcillas cangrejeras como la de la foto siguiente.
Y por fin llegamos a Cerrado Garrido, donde paramos poco más de 25 minutos. Mientras todo el grupo entraron en el edificio a ver un video, yo aproveché a montar el equipo de digis y a hacer alguna fotillo.
No os podeis imaginar lo que allí había, era una zona de agua algo más profunda que la lámina somera de la marisma y estaba rodeada de tarays que estaban repletos de todo tipo de garzas y sus nidos, estoy seguro que se podían contar por miles. En la siguiente foto os dejo una muestra.
De manera rápida pude ver moritos, garcillas bueyereras y cangrejeras, garzas reales e imperiales, martinetes, garcetas comunes y alguna garceta grande y todas estas especies en gran número, todo esto era como una enorme orgía aviar con pájaros de un lado para otro, con ramas en el pico, un ir y venir a los nidos y en busca de comida a las lagunas del entorno, era como esas nubes de mosquitos pero en garzas. Nunca antés vi nada igual.
Aturdido por aquel frenesí me di cuenta de que el tiempo corría y que proto el bus se pondría en marcha de nuevo. Corrí entonces con mi equipo a intentar fotografiar algo de todo aquello y como no daba tiempo a todo, me decidí por los moritos, ya que es un ave rara de ver en otros lugares.

En la foto siguiente se pueden ver varios moritos, algún flamenco y en la orilla, marcadas con un * amarillo, tres garzas imperiales como estatuas.
Los moritos se acercaban a la orilla para bañarse y capturar los mosquitos que pululaban en el aire. Ver a treinta o cuarenta moritos bañandose a la vez era lo mismo que ver llover, todo se llenaba de gotas y hacía muy difícil conseguri una foto limpia.

Subo un pequeño video de los moritos.

Moritos en Cerrado Garrido - Doñana from Miguel Angel Madrid on Vimeo.


El espacio aéreo estaba totalmente congestionado de moritos de un lado a tro.

Alguno se dedicaba a aportar material de construcción para los nidos.
Se me ha quedado grabada la singular silueta en vuelo de este pájaro.
De lo que pude conseguir con digis os dejo las siguientes fotillos.


También se llevó algún tiro un flamenco que pasaba por delante.
Y en esta foto que inicialmente se la tiré a los ibis, en casa vi después que estaba desenfocada, pero por el contrario, había captado algo muy interesante, una cerceta pardilla.
Con el estres a tope el guía nos llamó de vuelta al bus y tuve que dejar aquel paraiso con una mezcla de pena y rabia por no haber podido disfrutarlo con más tiempo, pero bueno, este sitio va a estar aquí mucho tiempo y espero poder volver en otra ocasión.

Ya cerca de El Rocío y con la tarde cayendo, los grupos de ciervos salen del bosque a los claros de Doñana para pastar.
Hasta aquí lo vivido en estas vacaciones inolvidables, espero haber podido transmitiros un poco esta experiencia a través de las fotos y el texto de esta entrada.

Saludos

3 comentarios:

Lourdes y Jesús dijo...

Como siempre haces unas pedazo de entradas que me toca apuntar en un papel lo que veo para comentarlo, je, je. Empezando, impresionante la foto de la tarabilla pidiendo comida con la boca abierta. El primer plano de la garceta común nítido por demás. La segunda del Flamenco de lujo, todo color y un gran encuadre. El primer plano de la garcilla bueyera muy bueno. Las canasteras que me dan algo de envidia, je, je. La gigüeñuela en el nido que nunca la había visto. Y las de los moritos que me han encantado. Te has pasado un montón esta vez.

Enhorabuena.

Jesús

Adrián Baños dijo...

Increible entrada.Enhorabuena, son unas fotos espectaculares.

José Ramón dijo...

Muy buena entrada, yo estuve por allí este verano y claro no es lo mismo. Estaba todo un poquitín más seco.

Un saludo