Subo hoy esta entrada atrasada del fin de semana anterior, ya que durante la semana no he podido hacerlo.
Tenía ganas de darme una vuelta por alguna de las manchas de sabinas que hay en la zona del Valle del río Franco, en el límite de provincia de Palencia y Burgos. La mañana, según la previsión ofrecería algo de lluvia sobre las 13:00 o 14:00h, hora suficiente para estar de vuelta en casa sin agua, pero cual fue mi sorpresa cuando me asomé a la ventana a eso de las 7:45h y vi que jarreaba como de costumbre en los últimos días. Con resignación de nuevo, cogí los bártulos y me eché a la carretera con la esperanza de que esa lluvia me diera una tregua en cualquier momento y lugar de la mañana.
De camino, me detuve unos instantes para sacar una foto de la villa de Palenzuela amaneciendo y con algunas de sus farolas todavía encendidas. El fondo gris plomizo de su cielo ya me dejaba claro que este no sería el lugar de la calma meteorológica que yo buscaba.
Continué camino por el valle del Arlanza y pasé al lado de la espadaña de Torremoronta, la cual me llamó a parar durante un rato para disfrutar de su belleza y de un par de palomas zuritas que descansaban en lo alto de la torre.
Foto testimonial de una de las zuritas a unos 200 m de distancia.
Me adentré un poco por uno de los caminos de Torremoronta que estaba bastante embarrado.
En uno de los majuelos del camino, este par de trigueros me dejaron dispararles unos tiros. Uno de ellos no paraba de cantar.
De camino al Valle del río Franco, saqué esta foto desde el puente de hierro sobre el Arlanza cerca de la finca del Retortillo.
El río Franco es un pequeño curso de agua de poco más de veinte kilómetros de longitud que discurre por la esquina Sudoeste del Cerrato Palentino entre las provincias de Palencia y Burgos. Es un río de cauce no muy ancho pero de aguas limpias y cristalinas con algunos bosques de ribera interesantes y con importantes depósitos de turba sin explotar.En la pequeña localidad de Hontoria de río Franco, un nutrido grupo de palomas domésticas se aglutinaban en el tejado de esta vieja casona bajo una lluvia no muy fuerte pero incesante. Este tampoco sería el momento de bajar del coche para dar un paseo por su monte.
Ya en Espinosa de Cerrato pude fotografiar a esta hembra de Colirrojo tizón en unas alpacas de las eras del pueblo.
En un vallejo junto a la carretera esta cogujada común se dejó retratar con el fondo verde de los sembrados que crecen a marchas forzadas agradecidos a la humedad del terreno.
Algunos bandos de Perdices rojas dispersas por los cultivos se cruzaban en mi camino. Una foto testimonial de uno de los bandos huyendo a la carrera.
En un recóndito valle Cerrateño me topé con un importante bando de palomas zuritas de unos 130 ejemplares que descansaban inicialmente en una chopera. Al acercarme por el camino, el bando levantó el vuelo y aproveché para sacar esta foto de grupo.
A parte de lo reseñado anteriormente, poco más que contar, salvo algunos buenos bandos de pinzones comunes, escribanos soteños, jilgueros y numerosos grupos de trigueros.Ya enfilaba la carretera hacia casa, todavía bajo una débil lluvia, cuando esta se detuvo por primera vez en la mañana a la altura de Villaviudas y los primeros rayos de sol se dejaron ver encendiendo las aspas de un grupo de molinos en contraste con el fondo oscuro y amenazante del cielo y los colores húmedos del Cerrato en esta época.
Bonita imagen para acabar una jornada que no ofreció buenas observaciones, pero que como siempre disfruté de nuestros campos.
























