jueves, 6 de agosto de 2009

Vallejo del Cerrato

Domingo 2 de Agosto de 2009:
El pasado Domingo visité uno de esos vallejos del Cerrato que todavía no había pateado y que aparentemente desde lejos parecía tener gran potencial, tanto paisajisticamente, como en lo referido a cobertura vegetal y a fauna.

Con las primeras luces de la mañana me interné en este valle estrecho, alargado, flanqueado por cerros montanos cubiertos de carrascas y algunas encinas de mayor porte. El valle está cubierto de una densa mancha de roble quejigo de mediana edad con ejemplares esbeltos y con trocos de no demasiado diámetro. La densidad de este quejigal conforma un entorno de verdor y frescura en comparación con el monte del exterior del valle, mucho más seco y árido.
Avanzaba muy sigilosamente y con los cinco sentidos en tensión, pendiente de cualquier sonido que me pudiese indicar la presencia de algún mamífero como zorros, jabalies y corzos. Ayer había llovido intensamente y el suelo estaba húmedo y las hojas secas apenas hacían ruido ayudandome a avanzar en silencio. Por otro lado el estallido puntual del vuelo de las torcaces, el graznido seco de las cornejas y el cacareo de alerta de los mirlos al salir volando eran los únicos sonidos que rompían el silencio y disparaban la adrenalina de mi cuerpo en tensión.

Al poco tiempo de caminar por el interior del valle escuché no muy lejos el ladrido de alarma de un corzo que no pude ver por la espesura y al cual sabía que ya no podría sorprender ni observar cercano, este ya me había visto u olido.
Poco después escuché otro ejemplar más cercano y al cual pude ver fugazmente al trote y con su cola levantada dejando el semáforo blanco de su trasero completamente visible. Fué un visto y no visto, pero suficiente para quedar satisfecho por su presencia.
Subo un pequeño video donde se escucha el ladrido del primer corzo.

Ladrido de corzo from Miguel Angel Madrid on Vimeo.

Ya más distendido y relajado continué el paseo por el valle hasta su fondo, disfrutando de otros aspectos naturales que iba encontrando a cada paso.
En uno de los robles pude encontrar estas marcas en su tronco que se deben al pito real cuando realiza la prospección de la corteza en busca de larvas o insectos de la madera.
La parte alta del valle da paso a un páramo adehesado de encinas y aprovechado por los cultivos de cereal recien cosechados.
Esta zona del borde del bosque es ideal para observar algunas especies como los jabalies que dejan el rastro de sus hozaduras.
También es el habitat ideal para los conejos que aprovechando la cercana protección de la espesura, se adentran unos metros en las tierras de labor para buscar comida. Las siguientes fotos de conejos las saqué justo en uno de esos bordes del bosque.

Excrementos de conejo.
Este vivar no estaba demasiado lejos de los ejemplares anteriores.
La siguiente es una foto de un joven herrerillo común en uno de los robles del valle.
Otras de las aves observadas hoy es este aguila calzada que me observaba desde su posadero.
También varias abubillas en la zona del borde del bosque.
Otro de los aspectos que atrajo a mi cámara fueron las bellotas de los quejigos que ya comienzan a engordar.
También comienza a echar frutos este espino negro.
Adherido a una planta leñosa cerca del suelo encontré esta carcasa vacía de lo que pienso fué una ninfa de cigarra, aunque no lo tenía muy seguro.
Buscando en internet encontré una página que hablaba de este tipo de mudas y me pareció muy interesante la historia que cuenta. Os invito a leerla en la siguiente dirección: http://macroinstantes.blogspot.com/2007/05/muda-de-cigarra.html

Para finalizar relaciono otras especies de aves observadas en esta salida:

- Un pico picapinos.
- Varios pitos reales.
- Numerosos pinzones vulgares.
- Se escucha el reclamo de varias perdices rojas en el borde del monte.
- El reclamo de las oropendolas es constante. Observo una hembra con ceba en el pico y me pareció ver dos jóvenes en otro roble cercanos.
- Un par de tortolas comunes.
- Varios rabilargos.
- Abundantes cornejas negras.
- Varios mosquiteros papialbos.
- Un ratonero comun en vuelo sobre el valle.

En resumen, fué una mañana tranquila para dar un paseo agradable por un vallejo que merece la pena.

1 comentario:

Piscator dijo...

Realmente no tenemos que irnos muy lejos de casa para ver paisajes espectaculares, y flora y fauna simpática y curiosa. Lo captas todo de maravilla. Saludos calurosos desde Tordesillas.
Federico