martes, 28 de diciembre de 2010

Nevada en la Pernía

27 de Noviembre de 2010

Subo hoy una entrada de hace un mes cuando me di un paseo muy agradable por la zona de la Pernía en la Montaña Palentina.
Fueron unos días en los que la nieve cayó de manera importante en la cordillera y eso me animó a dar una vueltecilla para pisar el blanco elemento.
El día se presentaba muy frío y con alta probabilidad de nevadas, pero ni por esas me quedé en casa.

Llegando a Cervera de Pisuerga, se podían ver ya las cumbres nevadas como en la siguiente imagen de la Sierra de la Peña.
Me sorprendieron en mitad de la carretera dos Ardillas rojas que buscaban alimento en las cunetas, donde la nieve era escasa. Al detener mi coche se subieron como un rayo a un roble cercano donde pude sacar esta foto testimonial.
En uno de los prados semi-nevados un zorro emprende la carrera para perderse en la espesura, se encontraba intentando capturar algún roedor a prime hora de la mañana.
Ya emprendida la ruta a pie, me llamó la atención la concentración de túrdidos que había en una zona de prados con bastantes matorrales. Mirlos comunes, zorzales comunes, zorzales alirrojos y zorzales reales se contaban por decenas. La siguiente es una foto testimonial de uno de los zorzales reales posado en un espino y justo al lado pasa un mirlo en vuelo.
En la misma zona pude disfrutar de la presencia de un precioso macho de camachuelo común que rebuscaba alimento en los bordes de un camino. La mejor foto que pude hacerle es la que veis a continuación que sirve simplemente para documentar la cita.
Más arriba el paisaje era impresionante y la luz única. El cielo amenazaba y no tardó en comenzar a nevar.
Mientras los copos caían de manera copiosa yo me refugiaba bajo mi gorro y mis guantes para disfrutar sin prisas de aquel espectáculo y en eso me andaba cuando el reclamo de un pito negro rompió el silencio de la nevada. Un escalofrío de emoción recorrió mi cuerpo cuando escuché el reclamo de esa especie tan escasa de nuestra avifauna, sin duda alguna un buen indicador del estado en el que se conservan estos bosques Palentinos.
Os dejo ahora una serie de fotos de la mañana.




Por todo el recorrido pude ver numerosos rastros de mamíferos en la nieve, zorros, corzos, ciervos o como este jabalí, dejaron su firma en el suelo nevado.
En esta otra imagen, una huella de zorro bien marcada.
Algunas flores se resisten a perecer y parecen burlarse de las condiciones meteorológicas poniendo al tiempo una nota de color en un paisaje de tonos marrones, blancos y grises.
La nieve reciente todavía se sostiene en las finas ramas del hayedo.

Emprendía el camino de vuelta y andaba yo perdido de nuevo en mis pensamientos cuando escuché unos pasos a mis espaldas, un escalofrío me recorrió de nuevo y me puso los pelos de punta y no pude por menos en pesar con pánico que un oso me asaltaría por detrás, pero cuando me di la vuelta descubrí un raposo que me seguía de manera descarada a un par de metros. Me detuve y eché mano de mi compacta y con mucho cuidado comencé a sacarle alguna foto, pero como vi que no se marchaba comencé a recrearme con las tomas de una manera más relajada y no menos sorprendida por esa presencia tan cercana y confiada. Después de unos minutos observando al cánido decidí seguirle yo a él para ver si conseguía alguna toma con el fondo completamente nevado, momento en el que el zorro decidió salir por patas, ya no era él quien controlaba la situación y eso no le gustó. No importa, me conformo con su recuerdo materializado en la siguiente serie de imágenes.



Ya cerca del coche tome otro par de fotos que me gustaron.

Para finalizar y camino de casa no pude resistirme al señor Curavacas que lucía esta estampa tan espectacular.
Espero que os haya gustado la entrada.